Ayer pensaba en rosa, en femenino, en Barbies y corazones, en vestidos y zapatos. En nenas con dos colitas, moños, flores, caramelos. Canciones de princesas. En lo cerrado que era el círculo lúdico, nenas y solo nenas, siempre. En la lejanía de la realidad en la que vivía. Brillantinas, disfraces de hadas, estrellas. Rosa, rosa y más rosa. Era todo armónico, todo hermoso, todo lindo, cada cosa en su lugar. Y aún así, en el mayor de los desordenes, había algo que daba placer.. y era vivir en un mundo aparte, en el tuyo. Todo estaba bien, y si no era así y tenías (ya desde temprano, el temperamento siempre presente) la valentía de ponerlo en su lugar con un grito, un "puchero" o un simple enojo. Esperar las 6 de la tarde para ver “Chiquititas” tomando la leche. Saberte todas las coreografías y canciones, que tu sueño sea tener el cuarto con cortinas, o la casa en ese árbol mágico, pedirle a tu mamá una ventanita mágica. Aprendiste a querer a Belén (Romina Yan ♥ ) como a la persona más valiosa del mundo, y aunque hoy con 17 años, y no pudiendo creer todavía que ya no esté acá, verla en cualquier otro personaje y decir: “Esa es Belén, y siempre va a ser Belén”. Creo que uno de los mejores recuerdos que tengo es mi niñez, salir a andar en bici, salir a pasear a mi perro, jugar con amigas en la vereda todo el día, la soga, la mancha, la escondida…
Tener a tu mejor amiga como mejor juguete, mejor guarda-secretos, mejor compañero para compartir juguetes, ese que sabía todas las canciones como vos, que bailaba con vos, que se quedaba a dormir, a tomar la leche, a hacer la tarea…
Nunca te enterabas de ningún problema, era todo espuma, nubes comestibles, sonrisas, ojitos pícaros, y todo era para siempre.
Si solamente lo querés, mira todo lo que podes
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